Señores (y me refiero en este caso solo a los hombres)… hoy vengo a avisarles que hemos vivido en el engaño… Así es, TODOS nosotros hemos pensado que vivimos en un mundo hecho para los hombres, o al menos así nos lo han hecho pensar las feministas al reclamarnos dicha situación, pero compañeros… no podríamos estar más equivocados si quedamos convencidos de ello.
Piénsenlo… qué es de lo que más nos jactamos como hombres? Del poder de elegir a nuestra pareja, de poder decir “esa es la mujer que quiero” y algunos incluso más aventurados añaden “y ESA es la mujer que será mía”, para estos últimos tengo una enooooooooooooorme carcajada.
Según yo tenía conocimiento (o al menos hasta donde YO sabía) éramos nosotros los que elegíamos a nuestras presas (futuras parejas) y no a la inversa, pero es el caso en el que como dice el dicho “los patos le tiran a las escopetas” o para ser más exactos… “las patas le tiran a las escopetas”… Amigos !!! ha sido hecho de mi conocimiento que es todo lo contrario !!! resulta que no somos nosotros los que lAs elegimos sino ELLAS las que nos eligen!!!
¿Cómo se lo anterior? Pues resulta que platicando con mi novia (he llegado a la conclusión que hablando de MI ___ el término pareja es muy comunista para mi, así que no diré “mi pareja” sino “mi novia”) me enteré que aunque yo me regodeaba de haberla elegido fue todo lo contrario, ELLA me eligió a mi y no solo eso, sino que con anticipación había negociado con una amiga mía la transacción a realizar!!!
Así es, en términos jurídicos hubo consentimiento previo con el fin de evitar la presencia de errores obstativos! Lo anterior pues mi ahora novia le dijo a mi amiga “oye, me gusta este individuo, y salvo que tengas alguna objeción al respecto, este es el momento procesal oportuno para que formules alegatos, pues de lo contrario, no podrás con posterioridad hacer nada para revertir los efectos del acto jurídico que se llevará a cabo”.
Así es señores! Antes de que yo dijera “esa es la mujer que deseo para mi novia” resulta que ESA ya había decidido que YO sería su novio, razón por la cual solo tuvo que fingir que el poder de decisión radicaba en mi persona, cuando ello no podría estar más alejado de la realidad (y no es que me queje eh? En lo absoluto, si esta es la titular de los derechos sobre mi persona, por lo que a mi concierne pudo haber sido una permuta, compraventa o donación y yo estaría feliz con el resultado de cualquier manera, jajajaja).
Así que la siguiente vez que hablen con sus colegas y amigos y aseguren que “saldrán de cacería” piénsenlo dos o tres veces porque muy probablemente los cazadores terminen por convertirse en presas.
--El Príncipe Megalómano--
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